Un nuevo corazón para la casa
La cocina que soñamos no solo cocina: conversa, celebra, conecta. En este proyecto, convertimos un espacio funcional en un verdadero protagonista del hogar, combinando diseño a medida, materiales nobles y una paleta que respira calma y elegancia.
Lo que no se ve, también importa
Cada detalle fue pensado para que el espacio no solo se vea bien, sino que funcione como un guante. Desde los muebles en tono verde salvia —un guiño moderno con alma vintage— hasta los sistemas de iluminación integrados que iluminan lo justo y lo necesario, todo fue diseñado para acompañar la vida cotidiana sin robar protagonismo.
Estética que abraza
Optamos por muebles superiores con vitrinas de vidrio y fondo de madera natural, iluminadas cálidamente desde el interior. Esto no solo realza la loza y el cristal, sino que transforma los objetos cotidianos en piezas de exhibición. La cubierta de cuarzo blanco con vetas sutiles le da continuidad visual y una sensación de amplitud, mientras que los tiradores negros mate aportan un contraste elegante y contemporáneo.
Tecnología invisible
A primera vista, nada interrumpe la armonía. Pero detrás de cada puerta y cajón se esconde una cocina altamente eficiente: electrodomésticos integrados, una isla con lavaplatos doble, zonas de trabajo diferenciadas y almacenaje optimizado hasta el último centímetro.
Vivir la cocina
Este no es solo un lugar para preparar alimentos, sino para vivir momentos. Reuniones espontáneas, desayunos con luz natural, conversaciones largas mientras se cocina… todo fluye en un espacio que invita a quedarse.